Calle corrientes. Un café y un cortado.
El director, el escenógrafo, la niña y yo.
- Una cindor - dijo la niña.
(Y una mesa cuadrada con migas de pan en la ranura)
- Vainillas y un electrodoméstico. - se escuchó.
- ¿Qué? - preguntó el productor.
- ¿Todo hay que explicar? - dijo el autor.
- No. - contestó un diarero que pasaba.
- Vainillas y un electroméstico - repitió el escenógrafo.
- El sabrá. - dijo la chica de la mesa de al lado que venía del baño.
- Mire que todo lo que está en el escenario debe usarse. - dijo el asistente, que no sabía nada de nada.
- Si, claro, los signos. - dijo el estudiante mientras mordía el capuchón de su bolígrafo.
- Dejate de hinchar - dije yo que había llegado tarde.
- Usted se calla - dijo el director a un vendedor de rayos láser que se había acercado a la mesa.
- Un cortado - pidió el asistente.
- ¿Qué hace usted acá? - dijo el mozo
- ¿Qué mozo? - dijo la calle corrientes.
domingo, octubre 16, 2005
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