- Frente a la estación - dijo ella.
- ¿Habrá que llevar obsequios? - preguntó él.
- Si te parece.
- ¿Y te vestirás de blanco?
- Aún no lo sé.
- ¿Ya es tarde, no crees?
- Treinta y cuatro minutos.
- ¿Frente a la estación?
- Nada de rojos.
- ¿Me vestiré de blanco?
- Si lo deseas.
- ¿Y te llevaré un obsequio?
- ...
- Mañana. Frente a la estación.
- Nada de rojos.
sábado, septiembre 10, 2005
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