Retiré los platos.
La loza todavía está caliente.
Pedacitos de carne como piedras.
Remolachas rojo ardiente, brasas.
Sentí la muerte dentro de la muerte.
Pero los problemas ya no caben en esta copa.
Y Daniela Herrero está desafinando.
No puedo dormir si todos los días son el mismo dia.
Una palabra mal pronunciada que me nombra, sin errores.
Algo chiquito que se vuelve cada vez más grande, inevitablemente.
Afuera no sé.
La gata se despierta.
Ya es de noche.
jueves, abril 23, 2020
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