En la pared de tu cuarto dibujaste un corazon
Y me lo mostraste para que lo viera
Me pediste que juntara todos los pedacitos que iban a ir cayéndose poco a poco.
Yo me quedé ahí, sentada.
Te miré y no dijiste nada.
Tenías los pies sucios.
Yo cruzaba los dedos para que no te dieras cuenta.
Abajo de la cama hay más dibujos.
Dicen que tienen miedo y que el dolor es una piedra muy dura.
Miro hacia arriba y no hay ninguna estrella.
Ví una fugaz hace unos dias.
Deseé por vos.
Y por todas esas partes.
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