viernes, enero 27, 2006

El autor

Stern llegó al ensayo sobresaltado. Manuel Braga, el autor de la obra, lo había telefoneado por la mañana para decirle que esa misma tarde pasaría por el teatro para ver como iba nuestro trabajo.

La verdad era que la obra no había avanzado nada en los últimos dos meses, algo que sin duda disgustaría a Braga.

El director nos reunió en el escenario y nos advirtió de la inesperada visita. La falta de actividad del último tiempo no debía quedar a la vista del autor, en absoluto.

- Tenemos que improvisar - nos dijo. - No importa qué sale, todos leímos la obra, ¿no es así? Por lo tanto, algo vamos a poder mostrarle a este buen hombre. Confío en vuestra destreza.

Eran las 3 de la tarde, Braga llegaría a las 4 por lo que nos pusimos en marcha. Nos repartimos los papeles entre los que estábamos y repasamos los textos.

A las 4 en punto sonó el timbre. Un hombre alto y delgado entró en la sala. Vestía una polera negra y un pantalón de corderoy marrón oscuro. Bajo el brazo traía dos libros y una carpeta. Su rostro me impresionó al instante. De ojos negros, tenía una mirada profunda, acentuada por los parpados caídos. Su pelo estaba cortado muy corto, como si se hubiese rapado hacía apenas unos días. Tenía unos bigotes muy parecidos a los de Martín Caparrós.

- ¿Usted quién es? - me dijo.
- Visel. - contesté.
- No me interesa su nombre. Me refiero a que hace usted acá.
- Ensayo.
- Pero en carácter de qué, Vícel.
- Vísel.
- ...
- En carácter de nada. Sólo ensayo.
- Pero usted deberá desempeñar un papel. Será actríz, asistente, escenógrafa,¿para qué viene?
- Ah, si, por supuesto, yo soy la autora de todo esto.
- ¿La autora? No me haga reír... el autor soy yo.
- No, Braga, usted es el autor de la obra, en eso estamos de acuerdo, pero yo soy la autora de la obra que cuenta acerca de su obra, ¿me entiende?
- Si, claro, una boludez - me dijo.
En ese momento lo miré a Stern y estoy segura de que en mis ojos se pudo leer la siguiente frase: -¿Cuándo llega el buen hombre?

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Tuve una ilusión La vesti con terciopelo  Le puse zapatos nuevos de charol  La peiné con una trenza  Para que no se notara su origen salvaje...