Tengo un yacurú en el hombro. A veces me pica. Lo controlo una vez cada seis meses para ver si cambia de tamaño, o de opinión. En los últimos meses hemos tenido algunas diferencias.
No es fácil conversar con un yacurú y menos si se lo tiene en el hombro. Incomodo como tocar el violín.
Cuando era chica me daba vergüenza enseñárselo a los demás. Entonces usaba poleras, porque las patitas del yacurú me llegan hasta el cuello. En verano trataba de ocultarlo con el pelo pero el yacurú se quejaba de que mi pelo le hacia cosquillas. Mi primer novio decía que yo era extraterrestre. Otros pensaron que tenia una enfermedad grave. Una vez hice una consulta con un homeópata porque mi yacurú no paraba de hablarme y yo no me podía concentrar. Me dio unas gotas con las que tenia que rociarlo todas las noches lo cual mejoró bastante la cosa. El yacurú se volvió mas introspectivo, a veces lo encontraba leyendo poesía o escribiendo. Escribía canciones que cantaba por la noche para que yo me pudiera dormir. No conozco a nadie que tenga un yacurú como yo tengo. Lei en internet que la incidencia mundial es de un yacurú cada millón de habitantes. El dice que en Escocia hay un montón, que yo tuve suerte de ser argentina y tener un yacurú. Creo que si no lo tuviera tendría que dar menos explicaciones a la gente. También evitaría esa picazon que siento a veces. O que los demás piensen que hablo sola cuando voy por la calle y el yacurú me hace alguna pregunta. Quizás algún día me canse del yacurú y decida taparlo con un tatuaje, o simplemente extirpármelo. Dicen que no es doloroso ni para el que lo tiene ni para el mismo yacurú. Hay un video en youtube con imágenes de una intervención donde el yacurú se retiró caminando después de la operación. El problema es que despues hay que buscarle un nuevo lugar donde vivir y es difícil encontrar a alguien que acepte hacerse un implante. Y si se tiene la suerte de dar con alguna persona que ya tenga un yacurú, también es difícil que quiera ponerse otro.
Respecto a su forma, seria mejor hacer un dibujo o pegar una foto junto a este texto, pero los yacurúes no salen en las fotos y no es fácil dibujarlo porque no llego a vérmelo bien. Por cosas que me han contado quienes lo conocen, tiene forma de nube de tormenta con piernas y brazos como los humanos. Si se lo mira de cerca parece que estuviera fumando tabaco en pipa pero observándolo con mayor detalle se puede ver que esa protuberancia que se asoma entre sus labios color rubí no son otra cosa que sus dientes. De cualquier modo, así es mi yacurú, cada uno es diferente, depende mucho de quien lo posea, de como lo trate, de cuanto lo deje ser visto por los demás. A los yacurúes ocultos le suelen crecer cuernos y uñas lo cual hace mas difícil la operación en caso de querer extirparlo.
Mi yacurú es dócil. No presenta mayores problemas salvo los que ya dije. Una sola cosa parece molestarle, los besos directos en su lomo. Si alguien se atreve a besarlo el yacurú larga una sustancia amarga y color violeta. Sucedió una sola vez.
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