No fue de un día para el otro que Vísel decidió
alejarse de Stern, aunque así lo percibió él. Fue un proceso de decantación que
se fue gestando desde hacía unos meses, cuando Vísel empezó a sentir el peso de
la existencia de M. Otro poco ayudó un amor diferente que se abrió paso justo
en ese momento. Stern tenía en brazos de quien consolarse, de cualquier modo. Y
así fue que se mudó a otro país al encuentro con M. Su relación se afianzó y
todos estuvieron contentos por un tiempo, porque el amor tiene altibajos cuando
se trata de personas tan sensibles a las emociones. Pero acaso lo importante
sea amar para estas personas, un amor que es siempre el mismo pero va cambiando
de destinatario, porque no ser amado es una simple desventura. La verdadera desgracia es no saber amar.*
*Albert Camus
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