lunes, noviembre 28, 2022

Chancho Melchor

La casa está manchada de sangre. 

Hace muchos años nacieron tres chanchos bautizados como los reyes magos.

A veces los vestían con ropas andrajosas. 

No puedo mirar. Tengo que trabajar en los quehaceres de la casa.

Los hermanastros se fueron. 

Nadie sabe nada. 

Cierro los ojos y recuerdo la blancura de Gaspar. 

A veces regresan en sueños. 

Me despiertan.  

Uno de sus hermanastros murió por una mordedura de serpiente. 

Sucedió un día antes de esto.

Melchor salió a dar un paseo. Era la mitad de la mañana cuando lo perdimos de vista. 

Los chanchos se alimentaban de migajas. 

Tengo que trabajar.

El mismo año hubo un tornado que nos levantó el techo por el aire. 

No teníamos para comer. 

A veces miro a las estrellas y los busco. 

No conozco esas canciones.

Una vez vino un lobo.

Pasaron varios días y noches en los que nada se sabía de Melchor. 

Hasta que golpearon a la puerta. Traían los zapatos. 

¿Puedo prender la tele? 

Me siento mejor así.

Al visitante le faltaba una mano. Traía un gancho en su lugar, dijo que lo había encontrado en una casa llena de galletas. 

Melchor tenía la piel llena de agujeros. Circulos perfectos que formaban un entramado. 

¿Entiende lo que le digo? 

Si, a veces el olor llega hasta acá. 

Prendemos eucaliptos. Los chicos nos vienen a visitar.

Acá vivían los reyes, dicen. Y se ríen.

Las manchas no son fáciles de sacar. 

La noche del tornado nos ha dejado mal parados. 

No sé quiénes viven ahí. 

Son nuevos.

Ya no hablamos más de algunas cosas. 

Tengo que limpiar. 

Los días de mucho calor bajábamos al lago. 

Los chanchos se refrescaban en el barro. 

Gaspar era blanco. 

La sangre no era blanca. Nunca la sangre es blanca. Porque a la sangre le gusta que la vean. 

En este espacio estaba el patio. 

Acá nacieron los tres. 

Fue hace mucho años, ya le dije.

Tres chanchos bautizados. 

Tres chanchos que se alimentaban de migajas. 

Suenan canciones que no conozco. 

Tengo que ir a hacer las compras. 

¿No le molesta si dejo abierto?.

Hoy es un día normal. 

Los chanchos. Cosas que no me acuerdo. 

El patio de mi casa. 

Las estrellas.

El jardín y el barro. 

La laguna donde está la luz. 

Melchor... Tu piel agujereada brilla en el espejo del agua. Todavía está caliente y llena de barro.

Los chanchos de la mancha. Los cerdos magos. La piel llena de galletas. Que todavía está en la casa. 

Hay que dormir, mis niños, les decía. 

Siento los pies sucios. 

¿No le molesta si me los voy a lavar? 

Fue hace tantos años. 

Por los agujeros puede verse el horizonte ¿sabe? Y hay árboles y casas. Hay Montes. 

No conozco algunas canciones. 

Hay cosas que no recuerdo. 

Melchor es un lindo nombre para un chancho. Chancho Melchor. 


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